miércoles, agosto 30, 2006

Un poema y mi agradecimiento para todos

Autour de ton absence

Pourquoi dois-je dire
que je le comprends ?

si l’entrailles se casse,
si le cœur échappe
en champ libre.

Si je veux voler
Pour te trouver.

Que puis-je dire de plus
que ne le dise déjà
mon visage émacié ?

****

SULLA TUA ASSENZA

Perché debbo dire
che lo comprendo?

se la viscera si rompe,
se il cuore scappa
all’aria aperta.

S’io voglio volare
per ritrovarti.

Cos’altro posso dire
che già non dica
il mio scialbo volto?

****

Acerca de tu ausencia

¿ Porqué debo decir
que lo comprendo ?

si la entraña se rompe,
si el corazón escapa
a campo abierto.

Si yo quiero volar
para encontrarte.

Tu ya no estás.

¿ Que más puedo decir
que no lo diga ya
mi macilento rostro ?

****

Ya ustedes saben que soy una afortunada, hoy agradezco a Iduard y Loydis, y también a Elizabeth, por su post y a ustedes los que me han escrito esas cartas tan íntimas, tan preciadas, y también comentarios, que son la más hermosa herencia que puedo dejar a mis hijos.

De justicia es reconocer su enorme generosidad, que sólo puedo corresponder con mi cariño ¡Ah ya conocen ustedes este corazón de condominio! ¡Que Dios me lo agrande para que pueda abrigar todo lo que por ustedes siento.

viernes, agosto 25, 2006

Ustedes dirán si tengo culpa







Quise que las fotografías fueran el preámbulo para este texto. Mi cara de felicidad es total y ustedes pueden quedarse desconcertados ante la enorme sonrisa que la adorna, y también ante la luz que emana de mis ojos; perdón, no intento ser presuntuosa, pero yo misma logré verla.

El pelo se me está cayendo a manojos, no llegué a cortarme las trenzas, porque pensé que hacerlo era declararme vencida antes de tiempo, ahora no se hasta donde llegarán las consecuencias de la quimio, pero sean las que sean, es un precio barato, porque ya no recibiré el resto de ellas. Si el pelo se me cae totalmente aún así habré ganado.

Ay Dios, no se siquiera por donde empezar a contarles, pero mejor por el principio. Ustedes saben que estaba esperando el resultado de los exámenes serológicos con el único fin de que establecieran si era sujeto para una vacuna que mejora la expectativa de curación, pues la eleva del 50 al 75%, para mí esa hubiera sido la mejor noticia posible.

El viernes pasado, me llamó Vicky Reyes, de su laboratorio, para decirme que mis exámenes iban por buen camino, pero que le habían llamado de México para preguntarle si querría yo autorizar otros estudios que deseaban agregar, por supuesto que le dije que sí, pero entristecí, pensando que si el examen CD-20 no había bastado, puesto que era el preciso para la vacuna, pedirme más exámenes quería decir que no habían logrado establecer la posibilidad de aplicarla.

Este martes, en vísperas de salir para Puebla a la inauguración de la obra de Marina Sábato, y lectura de los poemas de niña, ilustrados por ella, me llamó nuevamente Vicky para decirme:

—Mi’hijita, estamos felices con tus exámenes, tengo buenas noticias para ti ¿podrías venir por ellos?—.

Esto me llenó de alegría, pues supuse que con los exámenes adicionales, pudieron establecer la idoneidad para la vacuna y me fui corriendo por ellos. Loyda se bajó a recogerlos y preguntó ansiosamente al Doctor si había resultado sujeto para la vacuna, junto con la quimio.

El Doctor le dijo: —Cuál quimio, cuál vacuna ¿Dónde está la señora? Yo necesito hablar con ella—.

Mi gordo y yo estábamos estacionados a media cuadra y hasta allá fue el doctor, seguido por Loyda, a quienes vi llegar por el espejo. La cara de Loyda y la venida del Doctor me hicieron apresurarme a bajar a su encuentro.

—Mil gracias Doctor— le dije, —Me da pena que se haya usted molestado—.

—Necesitaba hablar con usted señora. No se preocupe, lo que quiero decirle es que usted no tiene cáncer—. Es urgente que le suspendan la quimioterapia, y no tiene usted que esperar por ninguna vacuna. Es increíble que basándose en la biopsia únicamente se establezca un Linfoma. Antes la biopsia era el único medio, pero hoy existen los serológicos y hay que esperar por estos resultados para establecer con certeza el diagnóstico—.
—Por favor señora vaya a ver al Doctor Jiménez Cervantes; dígale que estos exámenes fueron realizados con especial cuidado y han sido perfectamente revisados, que si tiene alguna duda, que se comunique al ABC en México, para que le aclaren cualquier cosa que desee.—

Yo sólo pude decirle: —Que Dios lo bendiga Doctor, que Dios lo bendiga, gracias, mil gracias—.

No podía ni reír, ni llorar, me sentía sin piso, mareada, vacía. Ay Dios, en realidad estaba esperando que me dijeran que había un nuevo error, que todo tenía que seguir su curso.

El resto de la tarde lo pasé con el médico del IMSS, y también con el médico particular, fui de uno al otro y ambos confirmaron la buena nueva. No más quimios, no más Don Linfoma, no más nada. Bueno en realidad me dijeron que debo tener un seguimiento durante un año, pero sólo en vías de precaución y además sin ningún medicamento.
Me sentía vacía, en el último mes, he sido cacheteada de ida y vuelta por dos veces SI, NO, SI, NO.

También me sentí en la obligación de llamar a las pocas personas a quienes de manera personal les había comunicado mis malas nuevas. Me sentía avergonzada, como si la culpable de tanto error fuera yo. También desagradecida con Dios, porque no podía dejar estallar mi alegría.
Para que entiendan por qué avergonzada, basta que lean el post que José Sánchez Zolliker me dedicara en Realidad Novelada, y que leí justo la tarde en que me dieron esta noticia. Ni siquiera pude dejarle un mensaje, de tan alterada que me sentía

Las horas de esa tarde y las más tempranas de la noche volaron entre llamada y llamada. Al siguiente día tenía yo que leer en Puebla, con Raquel y con Marina, además iba con mi marido, mi chiquito, y cuatro amigas que compartieron por solidaridad gastos con nosotros para poder ir a Puebla, de otra forma, no me hubiera sido posible viajar, por las actuales circunstancias del hotel y de nuestra economía.

Su alegría y la de Raquel y Marina, hizo al fin germinar la semilla de la paz en mi sacudido corazón. Ellas me contagiaron, fue así como pude mostrar esta cara durante la velada.

Me había enamorado de esa forma de muerte, un cáncer no doloroso, una expectativa decente de vida, también de la paz que me inundaba, de la gratitud por el amor recibido, pero todo esto será motivo de otro texto, es demasiado bello para pretender encajonarlo en este párrafo.

Arrodillarme ante los pies de la Virgen en Chignahuapan, desató la avalancha de mis lágrimas, ahí sí, solté toda mi pena, la dejé a sus pies agradecida. Ella es mi madre, había planeado ir a verla, para pedirle fuerzas para los días malos, cuando me sintiera en verdad enferma, porque ahora podía ser fuerte, porque no sufría físicamente pero aún así, sabía que los días malos estaban en puerta. Pero estos no llegarán, al menos por esta vez, así que mi visita para arrojarme a sus pies, fue de gratitud pura.
Amigos perdón, perdónenme por los malos ratos, ahora desearía no haber compartido con ustedes mi pesar, pero sigo creyendo también que fue un milagro, nuestro milagro de amor, el de todos.

sábado, agosto 19, 2006

Qué alegría, ser encrucijada de espíritus amorosos

Hace mucho que no escribo acerca de mis hijos, pero esto debe cambiar.
Ahora es imperativo hacerlo. Anoche Santiago, mi segundo, —tú le conoces por este nombre de allá, de EntreCaracoles— me regaló un sueño de ángeles.
Desde que sabe que alojo al linfoma, me visita y me llama con frecuencia, cosa que antes no hacía, aunque les he dicho a todos mis hijos, que deben hacer su vida normal, que sólo me llamen cuando me toquen las quimios, para levantarme con su voz, pero el resto del tiempo nuestra vida debe discurrir como hasta ahora.
No me siento enferma y no voy a manipular la situación con tal de tener sus atenciones. Bastante pesar deben estar sufriendo, para tener encima una madre quejumbrosa.
Como ya sabes que todas somos una, no importa que Esther —la madre— para hablarles del regalo de Santiago, retome problemas de negocios que competen a nuestra Antonia, mientras la que escribe, sonriente y agradecida es Consuelo, o tal vez la del Recital, que era yo, o incluso puede ser Zarah, la del final; la que se atreve.
Todo es un juego, como la misma vida, y no importa quien se lleve el papel principal, cada una ha de hablar a su debido tiempo.¡Ah la pobre Carmen! A ella, incluso en estas circunstancias le costará, pero tendrá que hacerlo y ya estará, probablemente, a su lado la buena de Graciela y hasta la niña para ayudarla.
Pues sucede que Oaxaca, nuestra ciudad colonial, está convertida en un campo de batalla y aún así, los gastos siguen corriendo. Imagínate sacar cien mil pesos mensuales de la nada, para mantener viva una casa, que no respira el generoso aliento de sus visitantes hace ya, casi tres meses.
Dicen que el cáncer es una enfermedad psicosomática, y debe serlo. Entonces les fallé a todos y me fallé a mi misma, porque no supe vivir las circunstancias de la manera adecuada. Fue demasiada la presión de pensar, en las personas que dependen de mi habilidad financiera, para llevar las cosas adelante.
Pero de lo malo, siempre surge lo bueno.
Todo es cuestión de escudriñar para encontrarlo. Anoche te decía, mientras hablaba con Santiago, le conté, sin grandes aspavientos que había llegado al límite de los recursos y que no estaba cierta de que la venta de un inmueble que estoy tratando, llegara a tiempo para atender los compromisos.Paso por alto el hecho de que esta intranquilidad merma mis fuerzas para ponerlas en donde debo, en la lucha por recuperar la salud.
También paso por alto, que este inmueble se haya pagado religiosamente a lo largo de dieciocho años y ahora, por la inconsciencia de estas gentes que se llaman maestros, deba venderse para satisfacer los gastos, si es que alcanza, de tan sólo cuatro meses.
Cuando Santiago conoció el precio que me daban, tuvo un bellísimo gesto.
Me tendió las llaves de su único y recién estrenado automóvil y me dijo:
—Mamá, sólo esto tengo, véndelo y mañana te traigo cincuenta mil pesos que tengo ahorrados—.—Con este dinero tendrás asegurados dos meses de los gastos y puedes en ese tiempo vender con mayor tranquilidad los dos departamentos. No me parece justo el precio que te ofrecen. Si es posible, después, me devuelves para poder comprar mi coche, pero sin prisas, será cuando se pueda, no quiero ver que te afliges—.
Un automóvil nos alejó hace ya algunos años, y un automóvil otra vez, nos reúne, si no recuerdas esa historia, allá sigue en EntreCaracoles.Y no voy a contarles aquí una mentira, podría decirles que bastó su ofrecimiento y que no fue necesario el sacrificio.
Pero no es así; Este debió consumarse.
Hoy vendimos su flamante automóvil —lo había estrenado hace cuatro meses tan sólo—. Todavía recuerdo la noche en que feliz, vino a enseñárnoslo a su padre y a mí y nos llevó a cada uno por separado, en el asiento de adelante, a dar un corto paseo para probarlo. Tengo el dinero guardado para afrontar los gastos de dos meses y llevo en el corazón el orgullo de un hijo bien criado. Un joven generoso, que se suma y no se esconde.
Por supuesto que hemos de resarcirlo, pero por ahora no le robaré el gozo de lo que ha hecho. Es todo suyo.¿Puede haber mejor terapia para el cáncer? Les aseguro que no; que yo tengo la mejor medicina.
****
Regresé para cambiar el título a este post y también para agradecer infinitamente a dos amigas los post que he encontrado en su casa.
Poco a poco, desde que inicié el trato con ustedes, he ido descubriendo un mundo y una misión nueva para mi vida. Me visualizo como encrucijada, lugar de encuentro para ustedes, que son los espíritus amorosos. Hoy pongo dos ligas una para Princess Olie y otra para Peggy Bonilla. Lágrimas de gratitud me bañan y sanan gracias a ustedes.

jueves, agosto 17, 2006

Rio Atoyac

Fleuve Atoyac

Tes bords gémissent
pris dans le ciment.

Transformée en vapeur
ta douleur
ne reviendra pas au lit.

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FIUME ATOYAC

Gemono le tue sponde
afferrate dal cemento.

Reso vapore,
il tuo dolore
non tornerà al letto.

****

Río Atoyac

Gimen tus márgenes
presos del cemento.

Convertido en vapor,
tu dolor
no volverá al lecho.

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Esta imagen del río, que da razón para fundarla y también vida a una ciudad, invadido en sus márgenes, la he visto en cada nueva ciudad que he conocido.

En ninguna como en la mía, la ciudad ha consumido al río con tal crueldad, que lo ha llevado a desaparecer de la superficie.

Sólo pequeños charcos atestiguan que ahí corrió el río y su enorme cauce, es ahora una boca abierta, un alarido silencioso, que nadie quiere oir, lo que dice,

espanta.






lunes, agosto 14, 2006

Sequedad

Sécheresse

Quand je me sens
et ne sens pas
le flux de ma voix
la main,
en attendant
reste tendue.

Et si rien n’arrive, si le tir ne
vient pas ;
la main s’écroule
abattue.

La vie l’abandonne.

****

SICCITÀ

Quando sento
e non sento
il fluire della mia voce
la mano,
aspettando
resta tesa.

E se nulla succede,
se lo sparo non arriva;
la mano stramazza
avvilita.

La vita l’abbandona.

****

Sequedad

Cuando me siento
y no siento
el fluir de mi voz
la mano,
esperando
permanece en tensión.

Y si nada sucede, si el disparo no llega;
la mano se desploma
abatida.
La vida la abandona.

****

Seguimos con nuestro poemario trilingüe, y doy gracias a Dios que esta sequedad no sucede ahora, pero la he sufrido, la conozco, y no la quiero. Tal vez en algún momento, como ya ha sucedido, coincidan estos poemas que subo en su orden, con el momento presente, pero recuerden que todo pasa, nada es permanente que podemos llorar y volver a reir enseguida. Les dejo un abrazo enorme.

jueves, agosto 10, 2006

¿Y ahora cómo les digo esto?

Una gota temblona
se desliza solitaria.
Se aferra a la pestaña.
Es la más dolorosa.
No fluye.
La parimos.
O la tragamos.


Oscar-Tristán encontró este comentario mío en un blog, hace algún tiempo, y me dejó este recado: Madre, este poema no te lo conocía. Me abrió los ojos, y lo vi poema. Hoy lo veo sentimiento, dos gotas temblonas se aferran a mis pestañas.

Me propongo escribir un testimonio fiel de mi lucha íntima, no por vivir un día más, que de esos no puedo añadir uno sólo a mi cuenta, se trata de vencer en buena lid al desánimo y la cobardía cuando me asalten, que desde ahora. se que en días, lo harán, ni duda cabe.

¿Y ahora cómo les cuento esto?

Pues con palabras sencillas, tal como sucedió. Hoy hice cinco amigos nuevos:

Malena y Gloria, dos enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social. Ellas me dieron mi primera quimioterapia.

Pues sucedió que aún cuando los análisis fueron un "laboratoriazo", desataron la necesidad de hacer estudios de fondo y en las tomografías que yo esperaba con tanta tranquilidad, se detectó que sufro de Linfoma NO hodkin difuso, de células pequeñas hendidas, estas tres últimas palabras sirven para determinar su grado de toxicidad, de estadío y posibilidades de curación, según veo es un nombre muy elegante para un tipo de cáncer linfático que camina con terrible rapidez, y al que gracias a ese error del laboratorio lo pescamos en su estadío II. Ya ven como incluso las equivocaciones tienen su razón de ser.

Los siguientes tres amigos son Ezequiel, un niño de mi edad, tiene ocho años y yo, acuérdense que nací a los cincuenta. El está en su novena quimio, así que hice plática con él y lo hice reír cuando lo nombré mi maestro, para que me explicara los sabores y sinsabores del asunto, lo que hizo con mucha seriedad. Las dos horas que duró mi procedimiento, también vimos juntos las caricaturas, porque debo contarles algo muy agradable. En esta sala no nos encaman, gozamos de un reposet cada uno y de una televisión a la que nos permiten cambiarle a placer los canales. Además ahí los niños mandan, así que nos va muy bien.

El tiempo que pasé ahí, se me fue esperando sentir alguna molestia que nunca llegó y como eso hay que celebrarlo regresé a la casa eufórica, porque tal vez los efectos sean acumulativos y allá por la novena empiece a sufrirlos, pero la tranquilidad de hoy, nadie me la quita.

Don Noe es otro experto en la materia, también lleva nueve quimios. Conversar con él fue grato, no sólo por sus consejos, también por la ternura que sentí, al ver cómo su hijo le acompaña y se coloca a su lado para estar acariciándole, con la mano, la brillante pelonera.

David un joven de veintidós años que fue el único que recibió encamado su terapia, él todavía no sabe que es mi amigo, porque su cama estaba bastante lejos de mi lugar y pude observar que durmió la mayor parte del tiempo, pero tenemos más tiempo que vida para hacer migas así que el día llegará.

Por mi parte soy una enferma afortunada, porque me siento sana y además lo reflejo; porque no voy sola, me acompañan Loyda y mi gordo y ellos son los que dan todas las vueltas, para ir a farmacias, laboratorio, archivo clínico y no se cuántas cosas más; yo sólo presté mi mano para que me pusieran la aguja y mi gordo me acompañó mientras los medicamentos ocupaban su lugar en mi cuerpo.

Sólo tuve un momento triste esta mañana, fue cuando vi que David y Ezequiel sufrieron dos vómitos, y pensé que tal vez su familia no ha podido podido pagar, porque es muy cara, una única medicina que el Instituto no puede proporcionar, y que sirve para minimizar las molestias de la quimio. Ellos dan un medicamento para eso, pero su efecto es de ocho horas, el de la otra medicina es de ocho días, pero cada ámpula cuesta mil setecientos pesos y no lo dan porque no es curativo, sólo paliativo,pero hace la diferencia. Lloré por ellos, pero incluso ese dolor, muy real, de verdad que no les miento, no me permite dejar de agradecer mi buena suerte, ya que es mucho lo que Dios me regala.

Quisiera poder ayudar a mis amigos, pero en este momento no tengo posibilidad de hacerlo. Estoy asistiendo al Instituto porque por el problema Magisterial mi liquidez se ha ido a pique, no puedo permitirme un tratamiento particular, pero al menos puedo pagar esa ampolleta. Y asisto ahí sin amargura, feliz de poder tener el tratamiento, de poder pagar esa ámpula y de que mi familia y amigos me acompañen, tanto como por tenerlos a ustedes y por sus oraciones.

Con este texto he iniciado una memoria de estas vivencias, no está tallereado, no está reflexionado, son palabras que salen a borbotones y creo que cuando sea el tiempo para hacerlo lo revisaré para subirlo en su totalidad; hoy sólo quise compartir con ustedes este primer día, darles la nueva noticia, y decirles también cuánto los quiero, y cuánto necesito y agradezco su oración. Nosotros seguiremos con nuestros poemas.

sábado, agosto 05, 2006

Exámenes médicos



Una coquetería que todavía disfruto, es el peinar mis largos cabellos en dos trenzas, y adornarlas con listones que armonicen con mis huipiles. Me siento tan Oaxaqueña peinada de esta manera, que olvido mis casi sesenta años y mi exceso de peso, para sentirme bonita.

En días pasados, antes de perderlas, me dispuse a cortar mi cabello, lo más corto posible, para poder regalarle mis trenzas a una persona querida.

Me sentía contenta de no desear grandes cosas. Al pensar en los días venideros, no deseaba transformar mi vida, por supuesto quería estar más cerca de Dios de lo que he estado en los últimos tiempos; también ir a un día de campo ¡me fascinan los días de campo! Ver a los niños correr y mojarse los pies en un arroyo; el olor de la carne asándose al fogón; el encontrar una piedra de suficiente altura y lisura, para hacer de ella mi trono; mirar a las niñas hacer ramos con flores diminutas y buscar “pegajosos” esas plantitas que adheridas al ramo, te permiten hacer de ellos prendedores.

Quería que mis hijos conocieran al fin, la finca que fue de mi abuelo, se llama “El Faro” y si, tiene el nombre adecuado, es como un faro de luz en la oquedad de las montañas, con su avenida principal empedrada, sus casas de peones regadas por los montes cercanos, pesebre, escuelita y cárcel, tan pequeña que está formada por un solo cuartito con barrotes de madera, no de metal. Sólo servía para guardar ahí por una noche a algún mozo borrachín que escandalizaba más de la cuenta.

Hice el recuento de las cosas que me gustan y me puse a acordarme de cual le gusta más a quien de mis amigas, para hacerles un regalo sorpresa.

Y sobre todo, me propuse escribir y pintar mucho, un cuadro de regalo para cada amigo, sentía que tendría tiempo suficiente para hacerlos todos.

Sucede que pesaba sobre mi cabeza una sentencia de muerte, tan inmediata como puede serlo la leucemia o la certeza de un tumor maligno, respecto del cual sólo se ignora la fase o estadía en el que se encuentra.

Durante diez días he ido de un especialista y de un estudio a otro, sin escatimar ninguno, hematólogo, oncólogo, biopsias, tomografías de cuello, de tórax, de abdomen, rayos x, exámenes de sangre y a cada nueva intervención médica, la certeza de la enfermedad me inundó, dejándome como única alegría, el sentirme serena.

Mi vida es un libro abierto, no hay paso que de, que no esté a la vista de todos, yo hubiera querido guardarme esta noticia, hasta el resultado final, pero habitualmente no salgo de casa, así que a donde voy y de donde vengo es de todos conocido. No puedo guardar secretos así que todos vivieron conmigo estos días.

No hice énfasis en el dolor y la fortaleza que cada miembro de la casa debió sacar, de donde no la había, para vivir estos días de incertidumbre, no respecto de la muerte, sino del tiempo que me quedaba para estar con ellos.

Quise evitarles el dolor a Oscar y Rodrigo que viven en México, pero tampoco pude hacerlo, sus amigos, mi marido y Agustín y Rico me dijeron que debían saberlo, porque no perdonarían que se les dejara fuera en estas circunstancias.

Agustín mi primogénito está próximo a casarse, así que encontré consuelo al pensar que tendría tiempo suficiente para conocer a mi primer nieto. No sólo esa esperanza le debo, tengo más que agradecerle a Paloma su prometida. Se negó a creer en la veracidad de los análisis de sangre que provocaron toda esta tempestad, sacó copia de los exámenes y los llevó con su médico. Se introdujo gracias a la confianza que le tiene, en medio de una consulta. El Dr. Roberto Gil al ver los análisis le soltó como un pistoletazo:

—Este es un laboratoriazo— y tomando su bloc de recetas, escribió a grandes rasgos una orden y se la entregó —Ten, dile a Lety que se saque otros análisis. Por ahí debieron empezar los médicos, antes de ordenarle tantos exámenes, no puedo decirte más porque estoy ocupado, pero dile que me haga caso—.

Cuando Paloma me trajo la orden, claro que lo agradecí pero no pude dejar de decirle:

—Hija, yo entiendo que todos quisiéramos esto, pero ¿no te parece aventurado, fundar la esperanza en un error de este tipo? Ya ves que todos nuestros amigos dicen que no puedo estar enferma, pero este laboratorio ha visto a mis hijos desde niños, además fue un hematólogo quien me dio el diagnóstico—.

Sin embargo su consideración hizo efecto en mi ánimo, así que continué diciéndole:

—Pero no te preocupes Paloma, si, voy a ir a hacerme otros exámenes, al menos así agradezco tu hermoso gesto, mañana mismo, cuando vaya a tomarme las tomografías me hago el examen—.

No tengo aún el resultado de las tomografías, ni he tenido la visita final al oncólogo, llevando todos los estudios, pero ya no la espero con preocupación. He recibido los nuevos análisis de sangre, he tomado incluso una tercera muestra para estar segura de lo que debo contarles. Los exámenes han resultado normales, no existe motivo de alarma, no hay tal leucemia.

No se si fue un laboratoriazo, para mí es un pequeño milagro, un milagro de amor, porque todos mis amigos se han negado a creer que yo estuviera enferma, ustedes con su oración hicieron el milagro.

jueves, agosto 03, 2006

Este deseo insaciable

Ce désir insassiable

Je ne sais de quel endroit secret
naît le désir de me confier au
papier.

Comme des vagues qui cognent
viennent les rêves
et resurgissent les forces.

Libérées
revient le calme.

Je reste placidement heureuse
Dans ma vie ordonnée et routinière.

****

QUESTO DESIDERIO INSAZIABILE

Non so da che luogo occulto
nasce il desidreio
di affidarmi alla carta.

Come onde che percuotono
giungono i sogni
e risorgono forze.

Liberate torna la pace.

Continuo tranquillamente felice
nella mia ordinata
e monotona vita.

****

Este deseo insaciable

No sé de qué lugar oculto
nace el deseo de confiarme al papel.

Como olas que golpean
llegan los sueños
y resurgen fuerzas.

Liberadas
vuelve el sosiego.

Sigo plácidamente feliz
en mi ordenada y rutinaria vida.

****

El tema sigue la linea de mi yo imprudente, la forma para decirlo es la que cambia.

Mi cariño para ustedes