viernes, julio 21, 2006

Mi yo imprudente

Mon moi imprudent

A certaines occasions je laisse sortir
mon moi imprudent.

Je lui permets d’exploser ;

apaisé enfin :

L’éclatement est ronronnement.

Il se remet à dormir.

****

IL MIO IO IMPRUDENTE

A volte lascio uscire
il mio io imprudente.

Gli permetto di esplodere;

ormai placato:
Lo scoppio sono le fusa.
Torna a letto.

****

Mi yo imprudente

En ocasiones dejo salir
a mi yo imprudente.

Le permito que explote;

ya apaciguado:

El estallido es ronroneo.

Vuelve a dormir.

12 comentarios:

un tordo dijo...

de lo comedido está empedrado el camino de los cielos, de imprudencias los atajos del poemas.

buenos sus versos,
salud.

Denise dijo...

habría que dejarlo gruñir de vez en cuando, sacar las garras, desperezarse, cazar o jugar con algún otro y lego, sí, ronronear antes de dormir de nuevo :-)

Anónimo dijo...

ese yo imprudente que se atreve a todo cuando lo dejo salir...
Es muy bello lo que escribes amiga; me encanta realmente, y muchas gracias por lo que escribes en mi blog, fue perfecto.
Besotes

Silencio dijo...

El yo impertinente, no no deberia haberlo conocido nadie, el yo impertinente es como una bola de fuego, quema, no el yo impertinente no.

Al contrario no le dejo dormir, lo encierro y despierto espera el momento en que baje la guardia.

A veces camina disfrazado de persona, Eduardo e terrible le llaman, flamea empuja...

Pero a veces es buena persona y me agrada que salga no se, supongo que debe sentirse perdido.

Un Beso.

Laura dijo...

Nuestro yo imprudente necesita salirse de su vaina de vez en cuando. Está muy bien que se lo permitas.
Quizás por mi educación siempre me sentí muy mal dejando escapar a mi yo imprudente, y con el tiempo me di cuenta que dejarlo fluir era un rasgo de salud también.
Cariños

LAURA

fgiucich dijo...

En un todo de acuerdo con Laura. Abrazos.

Francisca Westphal dijo...

Es sano dejarlo salir de vez en cuando y que nos permita locuras de ser.

Mil gracias Lety por tus mensajes y tu ánimo durante odo este tiempo, te mando un tremendo abrazo.

El Navegante dijo...

Ante todo, te agradezco mucho tu {ultimo comentario, que ha siod un lujo proveniendo de tí, Lety.
Sobre este rebelde yo, lo veo desde aquí algo tierno, no tan rebelde auqnue imprudente, deberías habernos contado algubns otros secretitos de él.
Pues en realidad no es "tu otro yo" para que sea confidencial ja ja ja.
Igualmente, el retorno ronroneando, me habla de esa ternura a la que me refería, lo tiens bien domadito por lo que veo.
Mmmm (me contesto yo mismo)
Tal vez era muy bravo si era preciso domarlo, siiiiii.
Bueno basta de acertujos, lo tomo como de quien viene.
Una dama de lujo.
Un besito

Orfa dijo...

Es que el ronroneo, esa manifestación de felicidad, sólo puede aparecer después de la tormenta. Sin las tormentas de la vida, la mayor felicidad es mero tedio. Te mando abrazos y besos, queridísima Lety.

La Valentina dijo...

Querida Lety:

Salir de nuestras cárceles...siempre es sano; no un pecado...

Besos

Iván Vargas dijo...

Mi estimada Lety.

He mirado al fin tus poesías. Ya había pasado por acá, solo que en esa ocasión el mundo del afuera me sacaba con alguna ocupación que estrecha segunderos. Veo con agrado que que te tomas el trabajo de traducir, labor que me parece, además de delicada muy loable, aun con los riesgos que pueda implicar la traducción. Por otro lado me doy cuenta que tu amor y esfuerzo por la sintesis tiene la recompensa de parir mensajes concretos sin desbordarte en las figuras. Me gusta... hace bastante que no encontraba en un blog talento y dedicación.. se pecibe a simple vista que escribes con paciencia y meditación, que consientes la estructura hasta que obtienes lo que quieres, lo que Lety piensa y diría en poesía.
En ese largo recorrido cada verso podría ser aun mejor.
Ha sido bueno visitarte..

abrazos miles.

PD: Después de una ausencia ni tan larga, ni tan corta, al fin he publicado. Te invito a pisar mis últimos dos Rastros publicados.

Loida & Eduardo dijo...

cuando sale y explota mi yo imprudente, vuelve con intensidad, ceguera, sordera, hostil... y después, después de todo... remordimiento.

abrazos!